TENET - CRÍTICA
- Por: Aceves117
- 29 sept 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 29 oct 2020

Con tanto tiempo de sobra en estos tiempos donde la cuarentena cambio nuestro estilo de vida, es un hecho que los días pasaron más lento, y aunque es evidente que pusimos a prueba nuestra capacidad por mantener nuestra cordura, no siempre salimos bien parados cuando hablamos de nuestro viejo para nada saludable amigo el ocio desmedido. Ante esto, como muchos, hay quienes sobresalieron y trataron de invertir ese tiempo de más, en cosas productivas que para sí mismos o para resto de sus allegados; Leer un libro, escribir un artículo, un cuento, pintar, limpiar o ejercer el famoso para nada fácil ejercicio. Sin embargo, hay quienes como yo, ese tiempo de más fue una invitación a pasar horas y horas de insana diversión jugando videojuegos, o viendo programas, series o películas hasta que mis ojos se secaron del cansancio o el agotamiento. Afortunadamente, con la relajación de las medidas sanitarias, poco a poco hemos vuelto a salir de la cuevas que llamamos hogar, y con ello, las actividades recreativas ha abierto sus puertas con sus debidas precauciones, y para mi buena suerte, el cine es por mucho de las cosas que más extrañaba. Siendo así como están las cosas, el inicio de esta nueva etapa del año debía empezar bien, y gracias a Warner Bros, a poco menos de un mes desde que el cine abriese sus puertas, la última cinta del para nada irrepetible e inconfundible Christopher Nolan, Tenet, da el pistoletazo de salida para el lento, pero inminente retorno de la industria cinematográfica. Y no es para menos, ya que con credenciales como el Origen, la trilogía de Batman, Interestelar o su última obra Dunquerque, la última apuesta del director inglés no fue para nada desapercibida, y con obras como las antes mencionadas, las expectativas para la nueva propuesta de Nolan han sido acordes a su talento por contar historias que sorprenden a propios y extraños, entonces, ¿Qué tal esta TENET?

Ya entrando en materia, la cinta nos presenta a “el protagonista”, un sujeto quien tras ser sometido a una prueba y reclutado por una organización llamada TENET, este descubre la existencia de objetos cuya entropía ha sido invertida en el tiempo, rebelando que en el futuro próximo, la guerra, el calentamiento global o incluso un holocausto nuclear harán del futuro la ruina de la humanidad. Para evitarlo, los humanos crearon un mecanismo para viajar en el tiempo y tratar de evitar lo inevitable. La gran adicción a la ya de por si trillada temática del los viajes en el tiempo es que a diferencia del Delorean, la maquina no funciona para viajar en el tiempo de un punto a otro, si no que muy por el contario, esta invierte el tiempo durante el traslado haciendo que todo siga su curso solo que en dirección opuesta. La meta del “el protagonista” es acercarse y detener a Andrei Sator, un oligarca ruso que está en una continua comunicación con el futuro, siendo este un vínculo entre el presente y colocando las piezas en el momento y lugar adecuados para que se lleve a cabo lo que sea que ocurrirá en el futuro. Así pues, como todo en papel suena bien, debo decir que TENET es sin duda la historia más intrincada de su autor. No es sorpresa para nadie que la fascinación de Nolan por introducir el concepto del tiempo en sus obras lo ha llevado a explorar diferentes aspectos en sus narrativas en donde el montaje fue crucial para su ejecución. Cosas como Memento o Dunquerque son prueba de que a él le interesa abordar estos temas manejándolos con esa visión que muchos ya quisiéramos. Ante esto TENET podría ser la obra técnica más ambiciosa dentro de su filmografía. A diferencia de Memento con cortes uno detrás del otro, y Dunkerque con tres historias ubicadas en diferentes líneas de tiempo, Tenet sobresale de entre el resto con un espectáculo visual que sorprende e impacta por lo verosímil de su exposición, pero con un trabajo que resalta que el resultado no fue para nada sencillo. Y es que con un concepto como la inversión, ante esta lógica Nolan recurre a la acción para desarrollar su ficción, creando escenas tan impresionantes como la batalla de hotel en el Origen, y en su afán por deslúmbranos la pupila, TENET cuenta con un montaje que aunque caótico, es por mucho la cosa más original de los últimos años.

Ahora bien, desde que apareciese su magnum opus, aunque nos es propio del autor, el Origen trajo consigo un estilo donde la exposición para explicar los principios de su ficción funcionaba de forma tal que aunque existiese la excusa del espectador por tratar de entender el contexto, en definitiva su forma de ilustrar era sumamente natural, recordemos su filme Interestelar, en donde gran parte del argumento tenía que ser explicado sí o sí para poder mantener al respetable en la misma sintonía. No alejándose mucho de aquello, Nolan imprime su estilo una vez más al tratar de llevarnos de la mano mientras intenta sellar el trato de turno. Sin embargo, recordando al Origen, mas allá de la premisa, la forma de narra aquella historia (anqué igual de ambiciosa), se mantenía dentro de un espectro no tan subjetivo o alucinante para mantener ciertas reglas que lograban que no se los volara la cabeza con tratar de entender que demonios estaba pasando. Con TENET pareciera que se intentó lo mismo, pero llegando el momento, la combinación entre las dos vertientes del tiempo crean escenarios caóticos en donde salta a la vista una desconexión que distrae y entorpece el desarrollo. Sería injusto negar el mérito visual que llena de adrenalina cada uno de estos momentos, pero desafortunadamente, la cinta deja a deber al tratar situarnos de una forma orgánica, a sabiendas de que todo está medido al milímetro.

Esto no sería un problema si la historia se contase sola, pero desafortunadamente, es aquí cuando TENET realmente falla. Aunque la cinta cumple al momento de generar su problemática, la historia detrás de su conflicto deja mucho a deber, y es que con personajes como Dom, Cooper o Leonard, Nolan dejo la vara muy en alto al momento de crear personajes carismáticos. Es que más allá del contexto, aquellas creaciones suyas tenían consigo aquella humanidad llena de cesibilidades y emociones que nos sumergían de lleno en la historia. TENET por otro lado, cuenta con “el protagonista”, que aunque no deja de ser el centro de atención, funge más como un vehículo que como el mismo conductor. El reparto trata de compensar el hecho, pero salvo Kat, las motivaciones de todos son pocos claras y terminan por entorpecer el discurso. Ahora bien, no es como que llegado a su conclusión no se sienta el apuro por que la cosas salga bien, hay tensión de por medio y la película exigen nuestra atención en todo momento, el problema se cierne cuando llegado los créditos finales, al final “el protagonista” no ha tenido un momento de quiebre y algún acontecimiento que infrinja un cambio de postura sobre él y sobre el mundo que lo rodea. Desafortunadamente, “el protagonista” sigue siendo el mismo al principio y al final del metraje, y eso trae consigo un personaje superfluo que palidece contra lo que nos tenía acostumbrado Nolan.
Aun así, honor a quien honor merece, y aunque no podría decir que es la mejor cinta de Nolan, se nota su interés por contar una historia que bien pudiese pasar como una cinta de espías, con el toque de este director fuera de serie. Con grandes momentos, y con una banda sonora que me dejo con ganas de mas, TENET es buen bocadillo para empezar a volver experimentar, y recordar porque una suscripción a una plataforma de streming nunca se igualara a la magia del cine.
Comentarios