TERMINATOR – EL MAL DE LAS SECUELAS
- Por: Aceves117
- 1 jun 2019
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct 2020

Terminator y el nombre que lleva consigo no es ni de lejos lo mejor de la ciencia ficción con la temática de la inteligencia artificial, ese honor lo tiene Blade Runner. Aun así, es indudable su paso por la cultura popular, y hoy en día, pareciera que aún sigue siendo rentable. En cualquier caso, esto no va de como Terminator ha podido pasar el examen del tiempo, (ya que si ese fuese el caso, sin duda habría reprobado más dos veces), sino más bien de como Terminator es un ejemplo claro de que a veces, explotar una y otra vez la misma premisa, en palabras de un buen profesor amigo mío, es una falta a la creatividad.
Como sea, Terminator trata sobre como en el futuro la humanidad y las maquinas han caído en un conflicto que terminó por la casi destrucción de los humanos. Ya con la raza humana diezmada, la maquinas aprovecharon para reorganizarse y exterminar a los humanos restantes. Durante la guerra, y viendo que los humanos no bajaban la guardia, la maquinas crearon una máquina del tiempo que las condujese al pasado para enviar a un exterminador que exterminara a la madre (Sarah Connor) de uno de los líderes más celebres de la humanidad (John Connor) antes de que nazca para rescribir la historia y ganar la guerra futura. Pero hay un problema, ya que los humanos acceden a la tecnología del viaje en el tiempo, estos envían a Kyle Reese para plantarle cara al exterminador y salvar a Sarah Connor.
Terminator pertenece al género del cyberpunk y de un tiempo para acá, hemos visto como el género ha ido tomando fuerza, pero Terminator va y se quita de encima los problemas y la decadencia social que forman parte del género y solo se centra en lo que quiere que veamos, en este caso, lo quiere que veamos su director, James Cameron, que por lo visto, quería no solo hacer una cinta de robots sino la cinta de robots, ¿y lo logro?. Bueno, antes de Terminator, los diseños de los robots eran más bien toscos, pero la película abandono ese look a favor de algo más estilizado, orgánico, un exoesqueleto dentro un tejido viviente a forma de camuflaje. Una maquina en el cuerpo de un hombre, el arma perfecta y es aquí cuando entró Arnold.

Arnold Schwarzenegger es musculo, y algún punto de la década de los años 80 el tener musculo eran sí o sí requerimiento para estar dentro de algún protagónico en Hollywood, y después de su debut en Conan el bárbaro, Arnold fue llamado para el papel Reese, quien fuera el héroe de la película, pero algún punto de las pláticas con Cameron, ambos se dieron cuenta de que lo que se iba a contar, no era otra historia de cómo el robot se volvía loco y asesinaba a todos, ya que ante todo, el centro de la acción no recaería en el héroe, si no el villano, en el exterminador. Luego de unos rápidos bosquejos, Cameron le dio vida al T-800 con la cara de Arnold, y ahí estaba, la cara de una historia donde más que un complemento, el robot sería el detonante de toda la trama. El boss final y el enemigo a vencer, (es interesante como a veces más es menos). Pero a pesar del tronco que representaba el exterminador aun había más, el entramado que representaba Kyle Reese, y es que a pesar de su simpleza, es presentado de forma engañosa. Este se presenta como un hombre violento, alguien que pareciera que está en una guerra, pero luego descubrimos que su forma de ser tiene una base traumática, la guerra con las maquinas lo han hecho así, y lo único que lo mantiene en pie es su propósito; Sarah intenta ayudarlo, y más temprano que tarde descubrimos que Kyle, a pesar de pelear por la supervivencia de la humanidad, este no conoce ni ha tenido el afecto de una mujer. A todo esto, Sarah vive en duelo existencial, entre la persona que es y la persona que se espera de ella, y la única forma que encuentran para relajar tensiones, es haciendo el amor. Todos sabemos cómo termina, Kyle muere y es el padre de John Connor, el padre que fue enviado por su propio hijo para asegurar su existencia a sabiendas de su trágico destino, y Sarah, que queda embarazada, poco a poco se va encaminando al futuro predicho por Kyle. Pero ha habido amor, ha habido una conexión, el sentimiento de pertenecer a alguien, el sentimiento más humano que existe. Viendolo en retrospectiva, para ser una película de acción de los 80´s, es increiblemente buena.
No les voy a mentir, entiendo porque a muchos les gusta la segunda entrega, cumple con lo que promete y hace un cambio de tuercas. Ya no vemos al exterminador como la maquina asesina, sino como a un padre al que John va agarrando cariño poco a poco, y si bien nadie recuerda a Terminator 2 por su desarrollo de personajes, en perspectiva, fue una historia que se cuestionaba a sí misma, ¿Cómo es posible que el líder de la humanidad le diese a una maquina el mismo valor que a un ser humano?. Sin embargo, en futuras entregas la chispa se fue apagando, y no porque no honrasen el espíritu de las primeras, sino porque las malas decisiones y el rumbo que empezó a tener la franquicia, a pesar de abordar lo que el público quería ver (el futuro, Skynet y claro John Connor) estas no fueron lo que se esperaban.
Veamos por ejemplo la tercera entrega, ya que a pesar de que se centra en John Connor, esta no puede alejarse de la figura de Arnold y de su fantasma del T-800, no está mal, y es bueno ver como reencarna a su personaje una vez más, pero los años empiezan a cobrar factura. En cuanto a John, como bien pasase en la primera cinta, al igual que Sarah, este no pude hacerle frente al hombre algún día habrá de convertirse, pero al final resulta que no importa lo que haga para evitar el Armagedón, este es inevitable y quiera o no, John tiene que tomar las riendas de su destino, y me gusta, es el John Connor menos John Connor de toda la saga, pero al final su desenlace es inmerecido, se convertirá en el líder más importante de la humanidad y sin embargo, no hay un solo indicio en la cinta de liderazgo e inteligencia táctica o estratégica como para suponer que a ese John Connor le ira bien en su futuro, y ahí no acaba la cosa.

En la cuarta entrega, nombrada Salvación (un chiste entre aquellos que disfrutan de los títulos pedantes) la cinta nos transportaba al futuro, lugar donde todos soñábamos desde la primera entrega para explorar el mundo de dónde venían las maquinas, ¿y que tuvimos a cambio?, bueno, una suerte de Mad Max con muchos altibajos que para nuestra mala suerte, solo demostró que Teminator podía caer bajo. Así pues, y con la mala recepción de Salvación, los productores e inversionistas volvieron a hacer lo que siempre hacen, volver a los orígenes. Y como pedir la salvación no los salvo de sus fracasos previos fueron a génesis del problema, Sarah Connor. Ya en la quinta entrega, a pesar de apelar al fanservice y volver a los viajes en el tiempo, el mayor problema era el desazón que produjeron las entregas posteriores después a El día del Juicio, por lo que Terminator Genesis trato de dar frescura a la franquicia al deconstruir la historia, pero digo trató porque volver villano a John Connor, aunque inesperado, es cagarse en el icono y la figura que llevaba desarrollándose desde los 80´s, y crear más líos en línea temporal original para asegurar futuras secuelas y mantener viva una franquicia que ruega por un final por lo menos digno.
Y hablando de dignidad, tengo un problema con Arnold, no quiero decir que no lo haya hecho bien, y en lo que a mí respecta el siempre será el exterminador, y no porque salga en prácticamente en todas las películas, sino porque su rol en la primera cinta creo un ícono, una figura que marco época, pero envés de continuar como pasase con Depredador, en donde el alienígena era más importante que el escuadrón, aquí pareciera que Arnold consumió por completo la identidad del Exterminador adoptándolo como parte de su identidad, Arnold y la maquina son uno mismo, y no existe uno sin el otro, lo cual crea problemas como los que tenemos en la nuevas cintas, “Como Arnold esta viejo, o lo recreamos digitalmente o justificamos por qué su cuerpo ha envejecido, pero quitarlo ni en sueños, él es el exterminador”. Y con esto no quiero decir que no respete su trabajo, admiro su disposición y sus ganas de seguir colaborando para la franquicia, pero sus intervenciones apelan a un fanservice barato que no deja despegar a la franquicia y solo la mantiene estacada. ¿Por qué no hacen como Alien, quien se alejará de la figura de Sigourney Weaver para darle paso a una nueva generación de actores y por ende a nuevas historias? Y no solo esta, lo hizo Tron, Dred, Robocop, inclusive Total Recall dejo de lado a Schwarzenegger para darle paso un Colin Farrell en su papel de Quaid.

En cualquier caso, la serie siempre ha jugueteado con el destino y en ese sentido la Guerra es inevitable, a pesar de que “el futuro no está escrito”, frase que repiten innumerables veces a lo largo de la franquicia como un recordatoria de que los personajes tienen el control de sus vidas, aunque no lo tengan porque siempre terminan donde mismo. y “¡oh sorpresa! (nótese el sarcasmo) ahí viene una una nueva película de Terminator llamada Dark Fate, y Sarah Connor sigue siendo una Bad Ass, y sigue saliendo Arnold, y parece que el T-1000 está de regreso una vez más, y seguramente esta será la última película de Terminator y cerrarán los arcos de los protagonistas a pesar de que siempre se cierran y de nueva cuenta será una historia completamamente innecesaria.
No lo sé, talvez estoy mal y en su conjunto, la serie de películas de Teminator son cuanto menos memorables, talvez soy demasiado duro y espero demasiado de la próxima entrega, después de todo está regresa Linda Hamilton como Sarah Connor, pero al igual que en entregas previas, esto solo refuerza la cesación de que la franquicia no puede avanzar sin estos personajes, cosa que ya me parece innecesaria en este punto, ¿es tan difícil hacer una película sin John, Sarah y en última instancia Arnold? Parece que sí. Como sea, no quito el hecho de que no me gusten, que al fin y al cabo son cintas que apelan a nuestra nostalgia, y como tal la primera y la segunda cinta tiene un legado muy fuerte que a día de hoy prevalece entre nosotros, un legado que espero, puedan apreciar tanto como yo. Pero como están las cosas, al parecer y bajo los últimos resultados ya es una serie que debería llegar a su juicio final.
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