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ASSASSIN´S CREDD: UNA FRANQUICIA MUERTA EN VIDA

  • Por: Aceves117
  • 13 jun 2017
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 27 oct 2020


Assassins Creed: Origins ha sido revelado durante el E3 del 2017. Una revelación muy importante tratándose del primer juego de la franquicia que después de tantos años, se tomo su tiempo para salir a luz y dejar de cagar ese estigma que empezó a tener la franquicia, al darnos un juego anual desde el 2009. Y aunque los pronósticos pudiesen deparar un lanzamiento a la altura de la saga, al remontarse al origen de la hermandad de los asesinos en Egipto, al menos yo, aun siento un aura de hartazgo que simplemente no me deja ver a este juego con buenos ojos.


Hay muchas cosas por lo que la franquicia de Assassins Creed será recordada en la historia de los video juegos, no en balde, Ubisoft construyo y consolidó su franquicia en lo más alto de la industria los triple A, al crear experiencias que juego tras juego, continua atrayendo a propios y extraños al darnos la posibilidad de recorrer los momentos y lugares históricos, más representativos de la historia de la humanidad. Pero como el cínico que soy, a veces, resaltan más las cosas negativas dentro de un mar cosas positivas, ya sea porque, a veces tenemos tan altas las expectativas, que cuando el juego llega a nuestras manos, caemos en cuenta de no todo puede ser tan perfecto, o porque a veces, la falta de paciencia y la avaricia han provocado que Ubisoft se haya cegado por completo movido solo por el dinero y las ventas, dando paso a errores garrafales como lo que sucedió con Assassins Creed Unity. Sea como sea, no podemos de negar que la franquicia de Assassins Creed actualmente se encuentra un bache muy grande, del que ha tratado de salir sin éxito desde hace mucho tiempo. Y es que hablar de ésta franquicia, es hablar de un producto que tiene cargando consigo una palabra, que parece que nunca se va a despegar de las numerosas conversaciones entre fans, y versados en el universo de los juegos: irregular.


Pero el por qué atribuirle esta palabra y qué representa para la franquicia, solo los más fans lo saben. Algunos realmente versados pudiesen argumentar que esto se deba a que, aunque los juegos en esencia son “iguales”, no todos llegan a ese nivel de obra maestra que tanto caracteriza al mejor de los mejores, aunque si este fuese el caso, estoy casi seguro de que la segunda entrega (protagonizada por Ezio) seria por votación unánime, el ganador indiscutible dentro de esa categoría de toda la franquicia, y por consiguiente, el poseedor de la formula que se debería explotar y mejorar en aras de crear experiencias superiores, cosa que se nos dio con Assassins Creed Unity y ya vieron el resultado.Factores podrían ser muchos, pero todos coincidirían en que Ezio, tenia más personalidad que Arno (cosa que no voy negar), pero a su favor (a pesar de los putos bugs), Unity trató de darle a los fans lo que querían dándole un aire de frescura con ese interés romántico para poner a los protagonista en jaque, dando paso a conflictos como el amor, el deber y el respeto a la hermandad (que si lograron mostrar estos temas de forma eficaz, esta en tela de juicio, pero la intención de dar a los fans lo que pedían, es innegable). Además, Unity volvió a lo que pudiésemos considerar como las raíces de la franquicia, al darnos la posibilidad de atravesar todo parís con un parkour que, al menos en lo personal, es el más fluido y orgánico de todo la saga. Además, resulta que Unity regreso con una orden de asesinos parisina que, durante toda la aventura, tuvo mayor presencia que muchas de las interacciones con las diferentes hermandades de los anteriores juegos.

Eso si, pareciera que desde éste enfoque, mi objetivo seria que, bajo todo pronostico, Assassins Creed Unity fue de hecho una puesta en escena bastante desvalorada, nada más alejado de la realidad. Resulta pues que aunque muchos de estos puntos comparten similitud con la segunda entrega, el gran trabajo de Ubisoft se vio opacado por un lanzamiento desastroso, servidores pésimos, y una cambio de mentalidad que, en vez de apostar por el avance, se encamino directo asía el retroceso. No tengo que recordarles las batallas navales para decirles que Unity quizo simplificar la formula, trayendo consigo lo que había hecho grande al segundo, y eliminado aquello que no fuese acorde a ese diseño. Todo lo anterior mencionado me sirve de ejemplo para demostrar que, ante todo lo que pudiésemos haber imaginado, a veces la frase que dicta “si no esta roto, para que arreglarlo”, no siempre es el camino asía el éxito. De más esta decir que todas las aspiraciones que Unity trataba de alcanzar, como la promesa de una ciudad llena de gente, partidas en línea con tus amigos, el estrellato de un nuevo motor gráfico, una movilidad más ágil y de más boberías, solo sirvieron para que su sucesor, Assassins Creed Syndicate, pasara sin pena ni gloria el año siguiente si mayores repercusiones para el mundo de los videojuegos, siendo solo un juego mas del montón. De hay tal vez el hartazgo de los fans y consumidores por que se le diera un respiro a la franquicia más sobreexplotada de los videojuegos, solo por debajo de títulos como Call of Duty, Fifa o el desaparecido Guitar Hero.


Pero aun así, y ante el anuncio de Assassins Creed: Origins, que pretende dar con los orígenes del universo de la saga, resulta que el gran nombre que lleva esta franquicia ya ni siquiera representa lo una vez fue una gran historia llena de intriga. Esto lo digo porque como explique párrafos arriba, la hermandad de los asesinos ha sido relegada prácticamente desde el segundo juego, dando como resultado momentos en donde, aunque hay presencia de personajes que siguen a la orden, no hay una sensación de hermandad pura que justifique las riñas entre los asesinos y templarios durante los siglos, mas allá de que son enemigos naturales. Esta idea se ve reforzada con el antes mencionado Unity, al volver con esa entidad que se había perdido desde los comienzos de la saga, y que irónicamente, es la base que sostiene toda la historia de la saga, y a los diferentes arcos de los personajes. Peor aun, es increíble que una entidad tan poderosa, con un credo tan antiguo que le otorgó su cello de identidad a la franquicia, y que continua siendo parte del puto título, haya sido relegada de tal forma, que los títulos de Assassins Creed ya ni siquiera vallan del la orden, si no de las rencillas y pleitos entre asesinos desorganizados contra templarios malhumorados. Y claro, la historia del presente de donde salió Desmond Miles, opacada y diluida cada vez más, al punto de convirtiese en una historia de espionaje mal llevada, sin sentido de ser y lejos de tener un final tan siquiera pasable.

No es sorpresa para todos que Assissins Creed siempre ha tenido un talón de Aquiles, y no por que la franquicia quisiese, si no por que desde el primer titulo, ya se había abordado esta historia alterna de el presente en donde seguíamos de cerca a Desmond Miles y sus desventuras en la corporación Abstergo. Una historia separada de la trama principal que al menos, dejaba intrigado al usuario promedio y de cierta forma, deba paso a futuras secuelas y a material narrativo que pudiese ser útil para seguir explotando la licencia.

Esta historia aparte o complementaría al juego, puede ser vista desde diferentes puntos de vista, ya que por un lado, al menos al inicio, esto servía como justificación para adentrarnos a el “Animus”, y pasar por diferentes épocas sin ser realmente confuso o estúpido, ya que como la trama dictaba que Desmond Miles poseía en su registro genético, el ADN de muchos ancestros asesinos, los juegos utilizaban este recurso narrativo para pasar por diferentes eras de la historia de forma simple, realista y natural, pero por el otro lado, este recurso llegaba a ser cansado por el simple hecho de que nos sacaba de la experiencia de forma arbitraria y sin previo aviso, haciendo de esas secciones, un calvario para aquellos que solo querían regresar a la historia que de verdad importaba. Y aunque tiene sus numerosos retractores, esta historia ambientada en el presente del universo de Assassins Creed, aunque se ha tratado de erradicar desde hace tres juegos atrás, aun tiene su buen numero de fans que esperan ansiosos, un desenlace digno de leyenda, ya fuere porque desde el inicio, ésta historia irónicamente también es la base de todas las demás aventuras de la franquicia, después de todo, sin el registro genético de Desmond Miles, las aventuras de nuestros asesinos favoritos no serian posibles, o por que desde el vamos, siempre es preferible terminar lo que uno empieza (verdad Ubisoft).


He aquí pues el gran problema que veo en esta franquicia, ya que de forma inesperada y sin sentido aparente, sus bases se han ido diluyendo al grado de que hoy en día, si jugamos una maratón de títulos de la saga, la diferencia entre lo que se cuenta en Assissins Creed uno y Assassins Creed Syndicate, es tan palpable, que pudiesen pasar por juegos completamente diferentes. Pero el por qué de esta situación, bueno, solo Ubisoft lo sabe, después de todo, el estudio ha sido el único responsable de su situación actual. En cuanto a los antecedentes, si tuviese que apuntar con el dedo y elegir cual de los muchos juegos de la franquicia de Assassins Creed, es el principal responsable de esta situación de la que no parece haber salida, yo elegiría a la tercera entrega de la saga. El por qué de esta decisión, esta fundamentada en los dos principios por los cuales considero que Assassins Creed esta como esta. Si nos basamos en la orden de los asesinos, resulta que el juego cuenta con Aquiles (valla coincidencia), el único personaje de la orden en América que sirve como guía durante toda la aventura. De más esta decir que sus intervenciones, independientemente del contexto, solo sirven como un recurso para crear una fricción entre Connor y él, al soltar exposición del por que la orden debe triunfar sobre los templarios, cosa que no le veo sentido porque nunca vemos retroalimentación por parte de la orden a este personaje, por lo que todas sus acciones terminan por interpretarse como una postura recia y conservadora, en donde se exponen sus propios ideales e intereses y no los de la orden en si (cabe mencionar que nunca vemos a la orden o algo que se le asemeje).

En cuanto a la historia del presente, resulta que durante las anteriores entregas, se nos vendió la idea de que Desmond era el elegido para salvar al mundo de una catástrofe que acabaría con la raza humana. Para no hacer la historia larga, al final del juego, Desmond se sacrifica y muere de forma abrupta e inesperada. Y aunque muchos pudiesen argumentar que su muerte estaba justificada, desafortunadamente esta decisión no termino con esta subtrama en los títulos posteriores, y para colmo, esto solo agravio más la sensación de intrusión en la campaña principal, haciendo de esta secciones, las más detestadas de la franquicia al punto de que en Unity y en Syndicate, se opto por relegarlas aun más de lo que ya estaba.


Ahhh, que quieren que les digan, tampoco me gustaría terminar con este escrito diciendo que Assassins Creed es una completa basura, ( bueno, al menos argumentalmente lo es), ya que, aun con todos sus errores, sigue siendo una saga que invita a la exploración de sus diferentes calles y ciudades que tiene en sus numerosos títulos, pero desafortunadamente, lo que muestra se ve opacado por lo que cuenta, y en ese sentido, esta lejos de ser la franquicia que alguna vez fue. Aunque bueno, quien sabe, talvez Assassins Creed: Origins sea el cambio que tanto necesitamos, se vale soñar ¿no?, después de todo “nada es verdad, todo esta permitido”.

 
 
 

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